Queja No existe ley que regule brillo
de vallas luminosas
Publicidad enceguecedora
**Si bien Nueva
York está plagada de avisos luminosos, Ciudad Guayana se considera una ciudad
de conductores. Urbanistas y funcionarios de Transporte Terrestre piden
revisión de este tipo de publicidad, considerada como un elemento distractor y
contaminante visual.
Lilihana Lara Arévalo
llara@primicia.com.ve
Fotos: Miguel Frontado
El Peugeot 207
transitaba por la Avenida Guayana, muy cerca del Terminal de Pasajeros Manuel
Piar de Puerto Ordaz. Eran las 7:00 de la noche de un sábado cuando el brillo
turbó al conductor. Fue el copiloto el primero en iniciar la lluvia de opiniones
junto a los otros dos pasajeros:
-¡Eso va a
causar un accidente un día de estos!
Se referían a
las pantallas publicitarias cuyo mercado empieza a ganar fuerza en Ciudad
Guayana; una lluvia de luces que promocionan eventos y empresas y que se lleva
la atención directa de conductores y transeúntes por diversos motivos,
incluyendo su potencial cegador.
Ley en mano
Blanca
Carballeira es una de las detractoras de este tipo de publicidad. Urbanista y
asistente
de la Unidad de Planificación Urbana de la Alcaldía de Caroní, ha
llevado su preocupación al ente en el que trabaja.
Lleva con ella
un basamento importante: la Ley de Transporte Terrestre promulgada en 2008 y en
la que también se aferra Alexis Ascanio, exjefe del Cuerpo Técnico de
Vigilancia de Transporte Terrestre (Ctvtt) regional.
En el artículo
92 de la legislación se habla de la prohibición de publicidades que perturben
la visibilidad al conductor: queda prohibida la colocación de anuncios (...) en
una franja de los predios colindantes a las mismas equivalente a cincuenta
metros (50 mts) medidos desde el eje de la vía en las autopistas nacionales; de
treinta metros (30 mts) medidos desde el eje de la vía en las carreteras
pavimentadas y quince metros (15 mts) medidos desde el eje de la vía en las
carreteras no pavimentadas, dentro o fuera del derecho de vía.
En Caroní, es la
dirección de Hacienda Municipal la encargada de autorizar la colocación de
vallas publicitarias, tal y como lo expresa la Ordenanza de Impuesto sobre
Propaganda y Publicidad Comercial. En ella se especifican las prohibiciones y
la distancia que debe haber entre las vías y tales elementos. El
problema con este instrumento legal es que no se especifica el brillo que deben
tener; quien desee colocar cualquier tipo de aviso publicitario, solo debe
llenar una planilla y cumplir con requisitos básicos.
“Yo tengo mis
reservas con esas pantallas porque se trata de una luz intensa que puede
afectar al conductor”, explica Carballeira.
En Colombia,
este tipo de publicidad está restringida. Juan Antonio Nieto, secretario de
Ambiente, informó al diario El Tiempo que dichas pantallas “quedaron prohibidas
en las grandes avenidas, para evitar que los conductores se distraigan y sufran
accidentes”.
Su regulación
obliga que los avisos luminosos se coloquen en vías secundarias y midan de 15 a
18 metros de ancho. No deben superar los 15 metros de altura, ni estar sobre
fachadas.
Espacios de conductores
Son varias
empresas las que prestan el servicio de las vallas luminosas. Efprovisión C.A.
posee dos de ellas en Alta Vista y ahora levantan una tercera en Castillito.
Ana Lucía Ramos, agente de ventas, asegura que jamás ha escuchado quejas por la
luminosidad, al contrario, la empresa recibe muchas llamadas agradeciendo los
mensajes educativos que colocan. “El brillo de nuestras pantallas está
graduado”, cuenta.
No hay
restricción de colores a ser mostrados. Las empresas trabajan con diseñadores
quienes se ciñen a la imagen de la organización o el evento a promocionar.
Aunque algunos
publicistas aseguran que las pantallas son un avance para la ciudad.
Carballeira advierte que no puede compararse a Guayana con espacios como Nueva
York y Las Vegas, plagados de anuncios luminosos en cada metro cuadrado.
Aquellas ciudades se consideran peatonales, irónicamente por los continuos
embotellamientos que generan alta afluencia de transeúntes.
“La gente camina
mucho y puede ver las vallas con detenimiento. Aquí no es así”. La mayoría de
los lugares donde están apostados estos avisos, son vías rápidas.
Pro ahorro energético
Una de las
restricciones especificadas en la ordenanza sobre las vallas luminosas, se
refiere a la necesidad de que Corpoelec autorice su levantamiento, para evitar
desperdiciar electricidad, más aún en tiempos de ahorro energético.
Ramos asegura
que su empresa mantiene contacto directo con la organización, desde donde
recomiendan el uso de tecnología Led (que es la que poseen) porque genera
consumo eléctrico mínimo.
También tienen
establecidos horarios de funcionamiento: de domingo a jueves, de 6:00 de la
mañana a 10:00 de la noche y el resto de la semana, se extiende hasta las 12:00
de la noche, tomando en cuenta que hay mayor flujo vehicular.
Sin incidencias
Fue en el año
1998 que Venezuela tuvo su primer aviso publicitario entre luces. La autopista
Prados del Este se engalanó con los colores. Pantallas similares (con más
tecnología) se han expandido por el resto del país.
Más allá del
destello, en la ciudad no se han registrado accidentes por estas vallas. Así lo
informa un funcionario del Ctvtt que no puede ser identificado. Para quienes se
quejan, la opción es el reclamo.
“Si vienen para
acá y ponen la denuncia, se estudia el problema. En otro caso, no somos
adivinos”.
**Exceso de vallas
Blanca
Carballeira advierte que en la Unidad de Planificación Urbana, se trabaja en un
plan de manejo de las vallas. La cantidad de publicidad causa un desorden
visual, que atenta contra el paisaje urbano.
Considera que
están mal distribuidas, en una clara muestra de contaminación al paisaje y la
vista de los guayaneses, a pesar de las ganancias que generan al municipio.
Publicado en Diario Primicia
Página 11 de la edición del 13/01/2013
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