Festejo El Día de los Fieles Difuntos es una celebración católica
Luz y alegría a quienes se fueron
***Hoy, miles de creyentes acuden a los cementerios para rendir honores a sus seres queridos. Descubra el origen de la celebración y la diferencia entre esta fiesta y Halloween o el Día de los Muertos.
Lilihana Lara Arévalo
llara@primicia.com.ve
¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu,
podredumbre y cieno?
No sé, pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
el dejar tan tristes,
tan solos los muertos.
(Gustavo Adolfo Becquer)
Sonrisas y lágrimas
La comida está lista. El colorido traje típico, perfectamente planchado. La casa destila aroma a flores y cera caliente, que poco a poco cae de las velas. Claudia lo preparó con somero cuidado y las botellas de tequila no faltan para la celebración en su natal México.
Festeja por los que se han ido, porque según la leyenda que escucha desde niña, hoy en la madrugada los espíritus de su familia regresan a casa a degustar sus platos favoritos.
Pero en Venezuela el jolgorio público no se asemeja al mexicano. En este país del sur, el Día de los Fieles Difuntos se celebra con solemnidad: una visita al cementerio y mucha oración, tal y como indica Monseñor Mariano Parra Sandoval, obispo de la Diócesis de Ciudad Guayana.
Cada 2 de noviembre, la Iglesia católica pide a sus feligreses elevar plegarias por aquellos que murieron, incluso los olvidados por sus propios familiares, con la esperanza de que las palabras santificadas guíen las almas hacia la vida eterna.
La fiesta es mucho más intensa en los monanzos de palo -donde se integran las familias mayumberas-. Se reza mucho y se canta todavía más, a la espera que el ancestro que está en el plano espiritual, "baje" y se manifiesta en el plano de los vivos, al ritmo de los tambores, el ron y el tabaco.
Sea entre tequila y flores; oraciones ceremoniales o cantos, tambor y ron, hoy es un día especial para recordar a quienes todavía se lloran, a quienes se fueron para siempre... hoy es un día para celebrar su vida.
Cero trucos
No es Halloween y que quede claro. La transculturización y el continuo bombardeo de
imágenes de pequeños disfrazados pidiendo dulces al son del trick or treat, ha ocasionado una confusión continua sobre las fiesta latinoamericana.
No debe confundirse tampoco el Día de los Muertos con el Día de los Fieles Difuntos, pues la primera es una fiesta netamente mexicana de origen prehispánico, que adoptaron los españoles en la época de la conquista.
Las calaveritas dulces, los altares y demás ofrendas a los ancestros mexicanos, corresponde a una tradición diferente, pues como recuerda Parra, el Día de los Fieles Difuntos es puramente católico.
Tanto es así, que la Iglesia cristiana evangélica suele rechazar estas actividades. El pastor Edgar Rondón lo explica según el Nuevo Testamento. "En vida se decide dónde uno quiere pasar la eternidad", siendo este último concepto, lo que ocurre después de la muerte.
"Si se reconoce a Jesucristo como salvador, se sabe dónde está el alma. Nosotros no estamos en contra de la visita a los cementerios, pero los que conocen la escritura, conocen el descanso eterno".
Con tal concepción, son innecesarios los novenarios. "A veces ves en la prensa que alguien murió hace años y los familiares les siguen haciendo misas por su descanso eterno. Si alguien murió en Cristo, está entre paz y regocijo".
Fuera del catolicismo
Lo que sí es cierto, es que el Día de los Fieles Difuntos es una celebración "con muchos años de tradición", como la denomina Parra.
De acuerdo la página web de la Agencia Católica de Informaciones (ACI), ya se habla de esta tradición en el libro Segundo de los Macabeos del Antiguo Testamento, "y siguiendo esta tradición, la Iglesia desde los primeros siglos ha tenido la costumbre de orar por los difuntos".
Las costumbres venezolanas, producto de una mixtura de creencias e idiosincrasias, provocan que se salga de la simple eucaristía. "Nosotros alentamos a los católicos a no caer en la tentación, porque hay manifestaciones que van en contra de la fe católica", dice Monseñor.
Por esas tradiciones, se refiere a las prácticas indígenas y africanas que devengan en la conocida "brujería", término mal empleado de acuerdo a sus practicantes.
Mildred Rojas, quien se define como quimbicera, dibuja el ritual a los muertos como reuniones llenas de luces, cantos y comida. "Hacemos ajiacos. Cocinamos cabezas de cochino al horno para ofrecerlos". La creencia divide la lírica a cantos africanos, si se trata del ritual de esa región, o canciones folclóricas de Un Solo Pueblo, si lo que se busca es rendir tributo a las "tres potencias", es decir, los caciques, militares y figuras que lucharon por la independencia de Venezuela.
"En la noche nos reunimos en la casa con la Yaya (mamá), el Tata (padre) y los seguidores para hacer una gran ceremonia. Un día antes o durante la mañana, hacemos un sacrificio de plumas", revela.
Más allá de la creencia católica, evangélica o palera, lo cierto es que las tres vertientes conciben la muerte como el cierre de un ciclo. Mientras el Obispo Parra lo asimila como "un cambio de estilo de vida", Rojas lo describe como el final de una misión. Para el cristianismo se trata de entrar a la vida eterna, preferiblemente al lado de Cristo.
Cada vertiente celebra y eleva plegarias para que los deseos se cumplan, a su manera.
***Despiece
En toda Latinoamérica
Cual gran familia católica, el resto de Latinoamérica rinde tributo a sus difuntos.
Por ejemplo, en Ecuador se estila la preparación de “guaguas de pan” y “colada morada” días antes del 2 de noviembre.
La comida que Claudia degustará en México, es colocada en los altares días antes de la celebración.
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Publicado en Diario Primicia
Página 11
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