sábado, 18 de mayo de 2013

María Isoliett Iglesias: “Escribir sucesos es un vicio”

Literatura María Isoliett Iglesias lanzó su primera novela negra en noviembre de 2012

“Escribir sucesos es un vicio”

**A tan solo cinco días del concurso, la candidata favorita al Miss Venezuela es secuestrada. Ese es el tema de la primera novela de Manoa, periodista de sucesos de El Universal, que escribió un dulce guayoyito para Ediciones B.

Lilihana Lara Arévalo
llara@primicia.com.ve

Foto: Gustavo Bandres / Cortesía El Universal
-Debería hacerte una entrevista para mi periódico. ¿Qué dices?
-Jejeje, me da pena (...) Yo le doy, pero me da una tremenda pena.
Y sí, le dio tremenda pena. 
A María Isoliett Iglesias la seguí como la fan enamorada a Servando y Florentino. Leía (y aún leo) sus noticias de sucesos que El Universal tiene la dicha de publicar, la emulaba y la citaba cada vez que podía.
Empecé a stalkearla en Twitter y enseguida le dije cuánto había impactado mi carrera. Para mi sorpresa, esta grande de la crónica roja era una jovencita risueña, una runner consagrada, sumamente amable y con porte de Miss Venezuela.
Quizás es por eso que cuando la novelista y editora Mónica Montañés le dio la oportunidad de publicar su primera novela negra como parte de la colección Vértigo, prefirió dejar de lado el olor de la pólvora y la sangre, para mostrar un caso diferente al de sus compañeros. 
“Me tiraste la hembra pa’l piso” versaría sobre un secuestro, uno de los seis que se cometen a diario en Caracas, como bien reza en la contraportada de su hijo.
El plagio tendría una peculiaridad: la víctima es una candidata al Miss Venezuela, la favorita, a la que le falta poquito para tener la corona en la cabeza, pero que  solo desfila por complacer a su mamá.
El libro se lee de una sentada y de inmediato notas la riqueza de datos y dominio de lo ilícito, totalmente normal para quien lleva diez años en la fuente más leída de la prensa.
Nos vimos en el Festival de la Lectura de Chacao, cuando dio una conferencia sobre su sueño hecho realidad: el ansiado primer libro que llegó sin buscarlo.
-¿Cómo fue pasar de un espacio pequeñito a un montón de páginas?
-Son dos cosas totalmente distintas porque en el periódico tú tienes como la caja, tienes el tema y un solo caso. 
Con el caso de la novela había mucha más libertad para explotar el tema como yo quisiera, podía inventar, aún cuando investigué muchísimo porque necesitaba la base del reporteo. Yo no sabía trabajar desde la ficción sino desde la realidad.
Me he dado cuenta que soy más rigurosa con mis textos para que la novela no sea como una piedrita en el zapato para que digan ‘bueno, ella hace ficción, ¿cómo lo que hace en el periódico no es ficción?’
-Escribes sucesos con textos muy descriptivos. ¿Cómo explicar que no buscas burlarte de una muerte?
-No todo el mundo lo interpreta igual. Hay personas como Mónica Montañés que me llama por yo echar esos cuentos. Yo no trato al muerto como “el occiso”. 
Habrá quienes lo interpreten como una burla. El tema del periodismo es así, lo que siempre trato es ponerme en los zapatos del otro. 
-¿Llegas a sucesos por casualidad?
Sí, en paracaídas. Yo llegué a sucesos en el 2002. Necesita entrar al mercado porque lo único que había hecho era una revista.  Sale la oportunidad de hacer pasantías en El Universal. Entro en Política. A mí la fuente no me gusta. 
Se acabaron las pasantías, no había chance de quedarme y me llaman a la semana para decirme que hay un chance. Mi jefe me dice no es para hacer “Caracas”, es para hacer sucesos. 
Ya yo había firmado contrato y todo y le dije ‘yo en mi vida he hecho eso, pero yo aprendo rápido’ y me enamoré de la fuente. Escribir sucesos es un vicio.
-¿Qué es lo más duro que te ha tocado ver en sucesos?
-Yo procuro que todos los casos me conmuevan. Sabes que a veces los periodistas de sucesos nos hacemos como un caparazón, que no nos afecte y separarnos de esos casos. 
Yo trato que ese escudo sea lo más finito posible, porque creo que es la única manera de entender y de vivir esa víctima. 
No se trata de llegar a la morgue y decir ‘tú tienes un caso aquí?’. Es un ser humano. Lo entendí cuando mi papá murió. Fue en casa y con todos los contactos pensamos llevarlo a la morgue. Yo dije ‘wow, si yo estoy en la morgue y llegan a preguntarme, yo les escupo la cara’ porque es gente invadiendo mi dolor. 
-Hay un mito de que quien escribe sucesos, puede escribir lo que sea. ¿Para ti es así?
-No solo el que escribe sucesos, el que reportea sucesos puede reportear lo que sea porque para reportear sucesos en este país tienes que moverte como una anguila. 
Si logras grandes historias en sucesos, vas a lograr grandes historias en economía, en política, en cualquier cosa, porque aprendes a moverte por todos los caminos verdes.

Verdades ficcionadas
“Me tiraste la hembra pa’l piso” es una novela corta, con un trabajo durísimo tras ella. 
Uno canta ‘Todos me miran’ con la protagonista, se ríe con los apodos de los delincuentes y se indigna
con la historia que despertar desde la delicia de las letras a la realidad.
El diarismo y la dureza de la calle le han enseñado cómo se mueve la industria del crimen caraqueña a Manoa, el apodo con el que conocen a la autora en el gremio periodístico.
-Pasar de escribir realidades a crear... ¿cómo fue el proceso?
-Dificilísimo, pero es que no tuve tiempo. Tuve tres meses para escribir. Lo que hice fue hablar con Mónica esa primera vez. 
Yo reportié el libro. Si bien es cierto que nunca han secuestrado a una Miss, exactamente así tratan a las víctima.
-Me di cuenta que explicas muy bien cómo se manejan las bandas, cómo es el crimen.
-Sí, la policía se maneja así. Hablé con un comisario y le pregunté ‘¿ qué haces si a ti te llega hoy el caso del secuestro de la candidata favorita al Miss Venezuela a cinco días del concurso?’ y dijo ‘chama, mínimo dos brigadas,  40 funcionarios dedicados a eso’.
¿Te gusta la novela negra?
 Antes no leía, ahora sí, un poquito. Me leí “Rojo Express” de Marcos Tarre Briceño y la estructura de mi novela se parece mucho a la de él. 
Fue uno de los consejos que me dio Mónica. ‘Lee una novela que te guste mucho, reléetela y saca la estructura y cópiatela. Eso es válido. Después tendrás oportunidad de hacer tu propia estructura. Todos hemos pasado por allí’
-En este país, sucesos sigue siendo la fuente más leída y sus periodistas, los más criticados. ¿Escribir novela negra no es como machacar más la violencia?
La gente es morbosa. El ser humano es morboso de naturaleza y eso no es ni bueno, ni malo, pero somos morbosos. 
-¿Cómo laborar con la paz haciendo sucesos?
Presionando para que las autoridades hagan su trabajo, presionar a las autoridades a ver si logran disminuir las cifras rojas. La tribuna que tenemos es para presionar con la denuncia a ver si llega allá arriba. 
-¿Qué se ve en el futuro de María Isoliett?
 -Espero que vengan más libros. estoy trabajando en otro proyecto. La colección, esperamos que siga, ya tengo otra novela para ellos. 
No está lista, tengo que escribirla, pero ya está conversada. Antes de eso tengo otro libro de crónicas con la editorial y bueno, vamos a ver qué viene.

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Entrevista publicada en Diario Primicia, sección Placeres, página 34
Domingo, 19 de mayo de 2013.






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